28 mayo 2012

No hay nada más que tú, no hay nada más que yo.

Las cosas hay que pensarlas dos veces y cuando se piensan recapacitar. Pensaba que su vida iba a irle mejor así, y que podría soñar despierta. Fue duro empezar un nuevo camino, tan duro que nadie lo puede saber si no está en su cuerpo. No fue nada fácil, nada. Pero lo había pasado mal y no quería esa vida. Ahora podría conseguir lo que quisiera o eso pensaba. ¿Una buena recompensa? Quizás sí. Quizás su destino encuentre nuevos caminos donde todo fuera más fácil y mejor. Solo quería ser feliz, era lo único que pedía.

17 mayo 2012

Su lógico futuro y no tan lógico era ese.

Mientras escuchaba en sus cascos Ni una palabra más, no más besos al alba, ni una sola caricia...
Su reloj se paraba al igual que sus ojos, ese verde permanente que ella tenía. Sus párpados no pestañeaban y si lo hacían era para soltar el intento de lágrima que salía. Estaba falta de confianza, de ilusión y de constancia en la permanencia de sobrevivir en su propia vida. En su corcho colgaba una de sus fotos preferidas y en sus ojos se reflejaba el azul del mar que tanto le gustaba. Tenía falta de sueño, de perspicacias y de ilusiones. Era un sinvivir esto que ella tenía. Por eso se metió en ese mundo. Vagabundeaba por las calles de su barrio y de las ciudades de alrededor en busca de sustancias que tenía la esperanza de que hicieran su vida algo más llevadera, pero que nunca lo hacían. Hace poco estaba tirada en el suelo mientras las personas la miraban, pero su lógico futuro todas las noches era ver un paquete donde le recomendaban metadona.