23 enero 2015

Thinking out loud.

Se me habían olvidado tantas sensaciones que no podía casi continuar. La principal era la sensación de sentir felicidad por ti (y contigo) misma. Mi voz interior no podía susurrarme más cosas por segundo porque casi se había quedado ronca. Increíble pero cierto. A veces se me olvida que la mejor sensación no es la de sentirse guapa, sino la de sentirse querida. Es una de las mejores cosas que podemos experimentar en la vida, dicen. No nos vendría mal una noche de dudas (no de insomnio) mirando al techo de tu habitación, como una hoja en blanco ¿no? Dicen que una mente inteligente atrae más que un cuerpo diez. Eso sí lo se. Seguro. Lo dicho, íbamos por lo de que una noche end(e)udados nos iba a cambiar la vida. Now and now.
Me encanta llamar a mis pensamientos a gritos porque siempre me sorprendo a mí misma, siempre pienso cosas que no quiero pensar (relativamente) pero a veces es tan...confortable. Lo más parecido a comer churros con chocolate en tu cama cualquier mañana de noviembre en la que te sientas feliz. No busques sentido a lo que escribo, porque no lo tiene. No vale que ese sentido tenga nombre y apellidos (que no sean los tuyos), ya no. ¿Qué es eso de romantizar la dependencia emocional? A ver, explícame a qué gilipollas se le ocurrió, que ahora hay un rebaño de imbéciles que le siguen la corriente y por un momento pensé en unirme al grupo.
Ahora mismo me siento fuerte: me da igual todo, todos, tú y la vida que no quiero llevar. ¿Quién dice ego?

No hay comentarios: