Se limitó a pensar solo en el presente aunque alguna que otra vez se le viniera a la cabeza. Pero aprendió; aprendió a vivir cada segundo, al día, sin pensar en qué pasará, por que él le enseñó. Aprendió a sentir, a sentir más de lo esperado. Aprendió a querer, a entender, a que la vida es un puto instante ante los ojos de cualquier persona y no hay que arrepentirse de nada.
Llevaba tiempo pensando que no quería que llegara ese momento. El verano se le hizo corto, demasiado corto, pero sin ninguna duda el mejor verano de su vida. En el que no ha faltado nada. Pero todo llega, y aunque hubiera esperanzas... no, se iba para, como dice él, beber de la sabiduría de una gran ciudad. No sabe si será lo mejor, o lo peor, lo que sabe es que si él es feliz ella también lo es y no hay más vuelta de hoja. No queda más que ellos. Y que un futuro pensado juntos.
Y ahora llega el momento en el que se le vienen a la cabeza momentos increíbles, es decir, cada uno de los que han estado juntos. Desde su primer beso... hasta ayer mismo. Contando con los viernes, con las bromas, con las risas. Con el código de barras. Con las granizadas. Con los
TE QUIERO 99999999. <3
3 comentarios:
Olé! Asi se habla :)
Te quiero nena
Que bonito el texto y las fotos. Besitos desde http://nowherebutupwithyou.blogspot.com.es/
Me encanta tu blog. Te sigo (:
Un besazo!
two-tickets-to-paradise.blogspot.com.es/
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