That is.

Este es el momento, que no esperaba y a la vez añoraba tanto tener. Llega un momento en la vida en el que no es importante las gracias que llegues a dar a una o incluso más personas, por que te das cuenta que si estás donde estás al fin y al cabo aunque empujados por los buenos consejos, es tu mérito. Podrán impulsarte pero no obligarte a tomar las decisiones que tomaste o tomas, si vives como lo haces en parte, es por ti. Llega el momento en el que sabes aprovechar tanto, o tan poco cada segundo de la vida que no sabes hacer otra cosa. Esto es como todo, estás en el principio o en el abismo, es blanco o negro, no hay término medio que nos sea capaz diferenciar en nuestra mente aunque en realidad muchas de las veces si los hay. El momento en el que no sabes si sería mejor que detuvieran el tiempo o que volviera a empezar por que tu felicidad rebosa con tanto ímpetu que ni tu mismo sabes lo que quieres. Es tan fácil encontrarte problemas y tan difícil llegar a ser feliz. Por que la meta del hombre no es nada menos que llegar a encontrar la felicidad total de nuestra vida, aunque por más que lo busquemos en mi opinión la felicidad absoluta no existe, podrás ser feliz, en algunos momentos y por algunos motivos. Últimamente veo más positivamente las cosas y es cierto, depende de como vaya tu vida, esperas unas cosas u otras de ella o incluso de las personas que están a tu alrededor, sin saber que esas personas no dan lo mismo por ti que lo que tú darías por ellas. Pero creo que es hora de dejar tanto de reflexionar y ponernos a pensar más en lo que nos basamos, en lo que nos hace feliz y hacerlo, sin miedo. En querer y poder. En sentir.